El pasado fin de semana subí al refugio Frey con varios objetivos. Por un lado iba para el festejo de cumpleaños de Nahuel, el refugiero, que por coincidencia de fechas también celebraban los cumpleaños de mi hermano Diego y de varios escorpianos más. Por el otro quería aprovechar que estábamos casi en Luna Nueva para fotografiar el cielo estrellado.
Fue así que me cargué una mochila pesadísima y subí con todo lo que podía llegar a necesitar. Arriba se juntó un montón de gente, muchos amigos y conocidos, y se hizo un asado que fue amenizado por la banda de percusión Opipoka. Si bien durante el día hacía calor, al caer el Sol recordé que todavía estamos a mitad de la primavera y que hace frío, por lo que las fotos nocturnas las tuve que limitar cuando las baterías declinaron rápidamente. De todas maneras logré bastante de lo que me había propuesto.
A continuación, las fotos: