En Diciembre pasado, como festejo de la Navidad, nos fuimos de paseo a Pampa Linda, en la base del Tronador. La idea era disfrutar de un día sin ceniza, pero nos persiguió y nos cubrió un poco por lo que el paisaje había que disfrutarlo de cerca.

Primero hicimos una escala en el embarcadero que está en la entrada del camping de Los Césares. Habían nubes de tábanos que hicieron imposible quedarnos más de cinco minutos, así que para tener una buena experiencia recomiendo ver la panorámica con algún zumbido ambiente.

De ahí fuimos a Pampa Linda hasta el Saltillo de Las Nalcas, aprovechando que acababan de inaugurar un nuevo puente después que el aluvión del 2009 lo había destruido.

Algo curioso es que ya no hay nalcas. Recuerdo que cuando era chico, en los 80s, habían muchas plantas de nalcas hacia la izquierda de la cascada, donde suele ir la humedad del agua. Ahora solo hay plantas de alhabas, que prácticamente han invadido el lugar. Considerando que ambas son nativas no podemos acusar a alguna extranjera.