Erupción del volcán Puyehue – Día 51
Hoy sopló un viento importante y la ceniza volaba por todas partes, por lo que no quise arriesgar más la cámara y me quedé en casa terminando de procesar las fotos de ayer. Anoche puse las fotos que sacamos en la ruta 231 y en Villa La Angostura. Pero fuimos un poco más allá de la Villa, hasta el lago Espejo. Son apenas 10 kilómetros más para encontrarnos con un paisaje interesante. El lago Espejo se extiende de Norte a Sur y está muy cerca del límite con Chile. Como la desembocadura está al Norte del lago, al Sur se acumuló una impresionante cantidad de piedra pómez. Si bien se ha ido hundiendo con el paso de las semanas, aún queda muchísimo flotando. La ceniza disuelta en el agua le da un color turquesa intenso que es increíble.
El bosque cercano tiene muchísima arena cubriendo el sotobosque, aplastando las cañas y dejando todo en un uniforme tono gris. Los coihues aun tienen mucha arena en sus copas, pese a que llovió torrencialmente la semana pasada que lavó muchísimo las plantas según nos contó una vecina de Villa La Angostura. Veremos en la primavera cómo rebrotan las plantas, porque estas caídas de ceniza volcánica no son nada extraño en la zona. Una característica de la ruta de 7 Lagos (la 234) es que en los cortes a los costados del camino se ven capas de piedra pómez alternadas de tierra negra, indicando las distintas erupciones volcánicas y los períodos intermedios. Tendría que buscar las fotos familiares porque estoy seguro de que mi papá me sacó fotos de niño al lado de uno de estos cortes. Hasta que eso suceda, las fotos de ayer: