Erupción del volcán Puyehue – Día 37
Hoy la pluma cruzó hacia el sur pasando sobre la ciudad, lo que nos dejó inmersos en una bruma gris que parecía niebla pero que era de fino polvo. En un momento en que una hija de Mariana tosía comenté que era una niebla seca y me di cuenta de que es la mejor descripción de lo que es esta fase de ceniza. Porque el polvo ya no cae como hace unas semanas, que se lo veía caer y que si uno ponía la palma de la mano hacia arriba veía cómo se acumulaba de a poco. No, ahora es una niebla mas bien tenue pero continua de polvo impalpable pero que seca la garganta y hace arder los ojos después de un rato. Lo único interesante de esta niebla es que es un poderoso filtro para la luz Solar y que por momento se puede ver el disco solar como si fuera una Luna llena entre las nubes.
Como la idea hoy era salir a pasear, nuevamente pusimos rumbo sur tal como hicimos hace unas semanas. Pero a diferencia de la otra vez que nos quedamos en el Gutierrez, hoy nos metimos de lleno en la pluma así que fuimos hasta el lago Mascardi donde ya el aire estaba limpio de de nuevo. En unos 30 kilómetos atravesamos la pluma en diagonal, lo que indica que la erupción está mucho más reducida que hace unas semanas. En el Mascardi pudimos disfrutar de las últimas horas de la tarde tomando unos mates en un ambiente de aire limpio.