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Día: 8 de junio de 2011

Erupción del volcán Puyehue – Quinto día

Erupción del volcán Puyehue – Quinto día

A diferencia de ayer, hoy no llovió y entonces se presentó el segundo «peor escenario posible». El fino polvo caído la otra noche se secó y elevó por el viento, cubriendo todo con una bruma abrasiva. Es lo que se vivió tras la erupción del Chaiten y lo que se todavía se sufre en Santa Cruz después de la erupción del Hudson en 1991. Y es, en cierta forma, la peor parte de la caída de cenizas porque es un escenario molesto que prosigue mucho tiempo después de que el volcán retoma la calma. Al menos estamos en el inicio del invierno y las lluvias y nevadas aplacarán un poco las voladas hasta la primavera, aun a costa de tener otros trastornos pero más manejables.

A esto se sumaron los problemas de agua. Si la electricidad es un tema crucial por la fragilidad del sistema, el agua es simplemente crítico. Bariloche se abastece de agua de tres formas: lagos (Nahuel Huapi, Moreno y Gutiérrez), ríos (Ñireco, Casa de Piedra y Goye) y pozos. Ayer los cortes eléctricos afectaron el bombeo desde los lagos y desde el Ñireco, mientras que la ceniza acumulada afecta a los arroyos y pozos. Por fortuna la ceniza caída no es tóxima, por lo que el problema no pasa de la turbidez del agua y de la abrasión de las bombas. Pero es un problema y en muchas zonas de la ciudad directamente no hay agua, algo que puede que se resuelva desde unos pocos días hasta dentro de varias semanas.

Pero sin dudas la novedad hoy fue la ancha franja de piedra pómez que se juntó en la costa del Nahuel Huapi, principalmente en la costa del Ñireco, frente a la planta depuradora e, imagino, en la playa del Ñirihuau. Con un fuerte oleaje y viento que juntó muchísima piedra, el panorama era sorprendente. Olas de dos metros en agua esmeralda que rompían en espuma que se volaba al viento de pronto se convertían en suaves ondas de arena que rompían y volcaban como si se derrumbara una duna. Fue en ese momento que deseé tener una cámara HD, porque en las fotos apenas se nota esa sensación de toneladas de tierra que se te vienen encima en ondas de dos metros de alto.

Si bien hoy fue el día sorpresa, imagino que esta piedra demorará varios días en asentarse o acumularse en la playa, así que veré la forma de conseguir alguna filmación más de las docenas que se hicieron hoy. Solo para decir que tengo la mía. 🙂