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Etiqueta: nieve

Cerro Falso Granítico

Cerro Falso Granítico

No suelo subir montañas antes de Noviembre. La razón es simple, suele haber más nieve de la recomendable. Pero tampoco suele haber la suficiente como para justificar cargar raquetas o esquíes, aunque esto depende mucho de qué tan nevador resultó el invierno. Como sea, por lo general en esta época mantengo mis destinos en bajas altitudes.

Pero el domingo pasado hicimos masa crítica con los amigos y subimos a un cerro poco conocido pero que sirve muy bien de entrenamiento. Parte desde el campamento Carilafquen, en lago Mascardi, y sube la primera mitad por un bosque que se quemó en Febrero de 1999. Esto implica un sendero que cambia año a año en la medida que los árboles muertos caen y bloquean el camino. Si bien no es una picada exigente, es recomendable ir con alguien que sepa bien a dónde hay que ir.

Caminata invernal a Playa Muñoz

Caminata invernal a Playa Muñoz

El fin de semana pasado salí a caminar con unos amigos. Como somos unos aburguesados faltos de equipamiento invernal, no podíamos apuntar a cualquier montaña. Así que opté por ir a Playa Muñoz por la Picada Eslovena, en laderas del cerro Catedral, bordeando el lago Gutierrez. Mi amigo Arkhos hizo un post al respecto, por lo que iré directamente a algunas de las fotos que saqué.

Un problema de comunicación

Un problema de comunicación

Anoche suena mi teléfono y resultó ser mi madre. En breves palabras me contó que mi hermano Diego se había ido a esquiar al cerro Challhuaco con dos amigos, había ocurrido una avalancha y estaba desaparecido. Que mi madre haya incluido la palabra «avalancha» con «Diego» en una misma frase indicaba que algo serio había ocurrido. Por un momento fue revivir la noticia de la avalancha que padeció mi tío Andi con sus quince alumnos del CRUB hace casi 9 años. Rápidamente nos reunimos en la sede del Club Andino Bariloche (CAB) para tener mejores informaciones de lo que había ocurrido.

Para cuando llegué ya habían partido tres camionetas con unas 25 personas de la Comisión de Auxilio (CAX) y personal el ICE de Parques Nacionales. Había bastante gente esperando, entre ellas mi madre, mi hermana y mi hermano Nico que solo una semana antes había estado esquiando en el mismo cerro. La información que había era el relato de Cristian, uno de los amigos de Diego, que se había separado por visibilidad nula ocasionada por luz plana. En un momento había ocasionado una avalancha y al no tener respuesta de sus amigos había regresado al refugio para dar aviso. Otro dato que circulaba era que habían estado esquiando atrás del cerro, en la ladera Sudeste que da a un arroyo tributario del arroyo Tristeza, afluente del río Ñirihuau.

Sobre estos datos salieron a buscarlos. Las posibilidades eran que estaban bajo la nieve o que estaban buscando a Cristian en la avalancha. En las horas siguiente circularon varias informaciones que nos fueron mejorando el ánimo. Una fue que no habían encontrado rastros de avalancha, por lo que solo estarían caminando por algún valle, y más tarde que el celular de Diego había dado un breve indicio de que estaba encendido, con lo que estarían en movimiento y sobre la ladera Noreste, de más fácil acceso. Un rato más tarde, cerca de las 22:00, llegó el mensaje que habían aparecido en perfecto estado. De hecho, ni Diego ni Isaías, su amigo, habían estado perdidos, solo incomunicados.


¿Qué pasó? Como me relató Diego, resultó que el cerro tiene menos nieve de lo que esperaban, por lo que no estaba fácil para esquiar. Llegaron a la cumbre por el sendero normal (línea verde) y para bajar esquiando tenían dos opciones, filo Sur o filo Norte. Optaron por el Norte para llegar a la laguna Verde (línea naranja). Mientras bajaban descendió una nube y los cubrió con luz plana y cero visibilidad. Ahí cruzando un filo hubo un pequeño malentendido y Cristian se separó (flecha roja). Diego e Isaías cruzaron y Cristian bajó un tramo, montándose a una cornisa que se quebró bajo su peso y con la que rodó unos metros. Esa fue la avalancha que creyó haber creado. Llamó a Diego e Isaías pero no tuvo respuesta e imaginó que los había arrastrado la avalancha. Sin saber dónde estaba subió a la cumbre (línea amarilla), volviendo sobre sus pasos, y regresó al refugio. Cansado y asustado relató sobre una avalancha que provocó y donde desaparecieron Diego e Isaías. O sea que la noticia arrancó de la peor manera. Mientras tanto Diego e Isaías habían bajado un trecho y estaban esperando a Cristian, que nunca apareció. Lo llamaron pero no tuvieron respuesta. Estando del otro lado del filo tampoco escucharon la caída de la cornisa. Siguieron bajando un trecho más y cuando salieron de la nube se dieron cuenta de que habían cruzado un filo de más y estaban bajando a un tributario del arroyo Challhuaco (línea celeste), lejos del refugio. Resolvieron bajar el arroyo hasta el camino (línea amarillo oscuro) y después caminar a buscar la camioneta, sabiendo que los demoraría mucho. Grande fue la sorpresa cuando se encontraron con uno de los rescatistas que les explicó la tremenda movida que se había generado.

En definitiva ni Diego ni Isaías estuvieron en peligro en ningún momento. Ambos estaban bien equipados para el frío y conocían bien la montaña (de hecho mis hermanos y yo prácticamente nos criamos recorriendo esa montaña). Sabían dónde estaban y por dónde y cuánto tenían que caminar para regresar al refugio. Pero no había comunicación. Sobre el cerro Challhuaco hay señal de celular, pero una vez que se baja al bosque la señal se pierde. No llevaban radio VHF por lo que no había comunicación con ellos. De haber tenido una radio consigo al momento que el refugio recibía el relato de Cristian podrían haber intentado comunicarse con ellos y al recibir respuesta no habría pasado nada y nos habríamos ahorrado la angustia y el despliegue de rescatistas. Se combinó un relato que contaba una situación jodida y falta de comunicación para confirmar o no lo sucedido.

La conclusión es que tenemos que comprarnos un par de equipos de radio. Los imprevistos ocurren y todos estamos muy sensibles a lo que puede estar pasando. Si bien cuando estamos en la montaña podemos tener las cosas bajo control, no tenemos idea de lo que sucede afuera y pueden terminar pasando cosas como la de ayer, que en vez de una bola de nieve empezó directamente con una avalancha que no fue.

Las noticias según el Río Negro, Bariloche 2000, Agencia de Noticias Bariloche y Mensajero Digital.

Erupción del volcán Puyehue – Día 45

Erupción del volcán Puyehue – Día 45

Con la pluma en Chile y la nieve cubriendo las cenizas se dieron las condiciones necesarias para que pueda aterrizar el primer avión en un mes y medio. Si bien resultó medio de casualidad, rompió un poco con el estigma de aislamiento que aun perdura y también rompió el silencio que pudimos disfrutar hasta ahora.

No lo iba a mencionar, pero es más fuerte que yo. El otro día nuestro Ministro de Turismo dijo que el volcán se iba a apagar en una o dos semanas. Un político de ley, se nota, porque no hay vulcanólogo ni científico en general que arriesgue un ápice en pronosticar el comportamiento de un volcán. Lo malo de esto es que si acierta va a andar como enano agrandado con expresión de «se los dije» y si le erra le alcanzará con decir «no soy experto» para escapar a la condena pública. Qué lindo que es ser político.

Para terminar con algo más alegre, algunas fotos que saqué el otro día. Algo interesante con la arena gris es que sirve de fondo perfecto para algunas cosas, como ver las manchas de aceite que dejan los autos y poder jugar con sus colores: