No recuerdo desde cuándo tengo el taladro de banco pero creo que desde el segundo día que considero la necesidad de una morsa plana. Pero como es habitual, la lista de prioridades de compra siempre fue otra y pasaron los años sin comprar una. Y ahora, con más tiempo que dinero, junté pedazos de hierro que tengo por ahí y armé una en lo que resultó el primer proyecto 100% iniciado y concluido en la cuarentena y, creo, el de más rápida construcción porque lo hice en menos de una semana (no tengo taller, trabajo en el jardín así que dependo del clima para hacer las cosas).
En Marzo hice la primer y única caminata a la montaña del año. La idea era aprovechar el buen clima de Marzo y salir al menos un par de veces más pero, bueno, nos cortaron la inspiración. Queda un poco nostálgico en estos tiempos pero lo considero parte de ir completando tareas pendientes.
En la entrada de casa teníamos un perchero simple de 4 perchas que normalmente estaba ocupado en un 60% con mis distintos abrigos. Con toda probablidad de convertirse en causal de divorcio, planificamos y construí un perchero acorde a nuestras necesidades. Siguiendo la línea del escritorio para PC, lo hice con metal y madera.
Como el escritorio, la estructura está hecho con caños «galvanizados» que, como se ve en las primeras fotos, no resultó ser muy bueno evitando el óxido. El estante inferior es para colocar calzado y la rejilla permite que gotee y se seque cuando está mojado por la lluvia, el barro y la nieve. Está separado del piso lo suficiente para limpiar sin problemas. El segundo estante es para colocar bolsos y mochilas. El estante superior, al que le faltan dos tablas porque me quedé sin y no puedo ir a comprar, será para poner cosas una vez y nunca más bajarlas.
Un proyecto grande, mide 135 cm de ancho por 190 cm de alto y 50 cm de profundidad, complejo y que me dio más de un dolor de cabeza. Pero me gustó el resultado. Ahora hay mucho lugar para que mis camperas estén más cómodas.