Habiendo cambiado el viento y con la pluma girando hacia nosotros, creo que éste es el último día tranquilo que tenemos. De todas maneras se pronostican lluvias y más lluvias que aplacarán la ceniza, lavarán un poco el polvo y generarán algún que otro pequeño aluvión.
Por segundo fin de semana seguido el clima estuvo tremendo, con cielo despejado y el lago planchadísimo. Esto significó otro atardecer espectacular que salimos a aprovechar. Y cuando digo «salimos» me refiero a muchísima gente que acudió a las playas y la costanera para no perdérselo. Un verdadero deleite.
Y un par de panorámicas que valieron la pena:
Hoy salí del trabajo y me di cuenta que el viento efectivamente ha estado moviendo las cenizas. No solo el polvo más fino que nos molesta, sino también la arena que cayó primero. Claro que no sale volando sino que va de un lado a otro, logrando algunas figuras y patrones interesantes en el suelo:
Resulta que cuando cayó la arena el primer día, en realidad cayeron dos tipos bien diferentes. Uno es la arena clara y gruesa, una piedra pómez diminuta:
La otra es una arena más fina, oscura y más pesada:
Por lo general estas dos cenizas están mezcladas y se ven como una sola, pero con el viento y ocasionalmente con el agua se separan y distinguen bien. Si bien no la puse en el microscopio aún, me atrevo a pensar que es más basalto y menos pómez. Será cuestión de jugar un poco a ver qué se encuentra.
Como el lunes pasado, la Red Solidaria organizó un nuevo día de limpieza. Esta vez con centro en la Escuela de Arte La Llave, en Onelli y Sobral, cubriendo la zona entre la ex-ruta 258, Onelli, Pasaje Gutiérrez y lo que alcanzaran para el centro. De esta manera se limpiaron principalmente escuelas y plazas porque la mayoría de las calles no están pavimentadas y prácticamente ninguna tiene veredas en condiciones. Mientras yo me encargaba del hogar, Mariana fue a limpiar y estuvo trabajando en la Escuela 320. El Ministro de Educación y actual candidato radical a gobernador César Barbeito había afirmado con sonrisa de campaña hace 18 días que la prioridad era la limpieza de las escuelas. Más de dos semanas después y con escuelas aún sin abrir, fueron los vecinos de la ciudad los que voluntariamente limpiaron las escuelas, confirmando la poca voluntad de estos funcionarios provinciales.
Para las 13:00, después de casi cuatro horas de limpieza, habían sacado de la escuela 9 camiones con arena. En el patio la arena compactada y congelada estaba dura como piedra y tuvieron que recurrir a picos y un rotomartillo para poder removerla. Más de 100 personas estuvieron trabajando solo en la escuela y muchas más se distribuyeron en los alrededores. Muchos vecinos que no limpiaron aportaron comida y bebida. Si bien todos estaban cansados, nadie dejaba de sonreir. Sabían que estaban haciendo algo útil por la comunidad. Al final de la jornada se reunieron en La Llave donde repartieron más comida y amenizaron con música.
Mientras que Mariana se armó flor de post, yo saqué algunas fotos:
Y para cerrar el día, otro atardecer espectacular:
