Caviahue – Abril de 2013
Con el cimbronazo del volcán Copahue en Diciembre pasado, el pueblo de Caviahue salió a hacer promociones por todos lados. Y en esos giros de la vida terminamos visitándolo después de Semana Santa. No lo conocía y realmente debí haber ido hace tiempo. Es como viajar a otro planeta, o a otra época muy remota.
Llegamos al pueblo de Caviahue de noche, en medio de una tormenta de aguanieve. Al día siguiente amaneció despejado y con nieve muy cerca. A la mañana fuimos a la laguna Escondida, que está a media hora caminando desde el pueblo y es un excelente primer contacto con los bosques de araucarias.
A la tarde fuimos hasta las Termas de Copahue, que están a unos 20 Km de Caviahue. El camino sube por las laderas del volcán y parece un paisaje marciano, aunque con algunos carteles curiosos que dicen «no salga del camino, suelo a 80 grados». Y es que las fumarolas están por doquier, basta con detenerse un rato a mirar y ver vapor brotando de todos lados. El punto en contra es el penetrante olor a azufre que se vuelve insoportable por momentos, pero se compensa con la sensación de estar recorriendo un lugar fuera de este mundo.